Esta es la historia de Mir Joharaf Mercado Córdoba, oriundo del Barrio Edgar Munguía, de la capital, una persona que nació con dos discapacidades: motora y visual. “Las barreras existen solo en la mente”, dijo mientras se acomodaba en su silla de rueda, para entrevistarlo.

Él es uno de los tantos protagonistas que reciben cursos para el emprendimiento, es sin duda un ejemplo de vida y superación.

Mir Joharaf estudió elaboración de canastas con perfil plástico, impartido por el Centro Tecnológico Hugo Chávez, como parte de la estrategia de habilitación que desarrolla Inatec para personas con discapacidad.

“Para cumplir las metas no hay obstáculo, yo tengo doble discapacidad, físico motora y visual, pero sigo adelante, no hay obstáculos para nada en la vida, además no hay edad para aprender, cada día para nosotros es de aprendizaje; pónganse como meta terminar la carrera”, es el mensaje que da a los jóvenes.

Mir cuenta que se motivó a estudiar este curso por dos aspectos; la primera es aprender para emprender y la segunda para mantener su mente ocupada. “Para mí es un lanzamiento para tener algo con que subsistir, poder ingresarme o insertarme en la sociedad en el ámbito de lo que es el comercio”.

Me manera entusiasta, expresó que con este aprendizaje se siente útil para la sociedad al poder elaborar canastas de calidad, demostrando las destrezas adquiridas en esta formación.

“Este curso me enseñó a tener paciencia, a ser tolerante conmigo mismo, porque hay veces que las cosas salen mal y me sofoco, pero no, aprendí a tener concentración, además que me sirve como terapia para tener mi mente ocupada y agilidad mental”, destacó.

Además, agradeció al Gobierno Sandinista, al INATEC para poder desempeñarse en el ámbito laboral en la sociedad.

El instructor de artesanía, Jairo Quintanilla Urroz, del Centro Tecnológico Hugo Chávez, con discapacidad visual, destacó como cualidad de Mir, la disciplina y orden. “Estuvo excelente en el curso, a pesar de tener doble discapacidad no falló en las clases”.

Sonriente, Mir dice que su nombre se debe a la Estación Espacial Internacional, y para el representa paz, tranquilidad y esperanza.