La educación técnica en Chinandega se fortalece con una oferta formativa adaptada a las necesidades productivas de la región, con un total de 3,500 cupos en los Centros Tecnológicos ubicados en este departamento: Carlos Manuel Vanegas Olivas, Rolando Rodríguez, Chichigalpa, Héroes y Mártires de Villanueva y Padre Teodoro Kint.

La oferta cuenta con 43 carreras técnicas distribuidas en tres sectores clave: Comercio, Servicios, Hotelería y Turismo; Industria y Construcción; y Agropecuario y Forestal.

• Tambien puedes leer: INATEC amplia oportunidades técnicas y tecnológicas Para el 2026

Durante la presentación de la oferta 2026, el director del Centro Tecnológico Padre Teodoro Kint, en El Viejo, destacó que: “Tenemos en occidente también 19 carreras técnicas que brindan la posibilidad de continuar estudios universitarios, totalmente gratis, lo que permite fortalecer el desarrollo profesional de nuestros estudiantes”.

 En el lanzamiento participaron estudiantes, docentes y líderes comunitarios y se desarrollaron demostraciones prácticas y espacios interactivos que permitieron a los jóvenes descubrir carreras orientadas al desarrollo industrial, agropecuario y comercial de Chinandega.

María Celeste Corea Juárez, estudiante de cuarto año en el Instituto Dr. Miguel Jarquin Vallejo, compartió su experiencia: “Está súper bonito porque a muchos estudiantes, como a mí, nos llamaron la atención las actividades y pudimos socializar con los profesores”.

Entre las actividades, María Celeste destacó el diseño de un vestido y el área de agronomía y acuicultura, donde aprendió sobre la siembra y el cuidado de peces. También mencionó la zona de diseño gráfico, donde disfrutó trabajando con computadoras y los softwares utilizados para esta carrera.

“La parte del diseño gráfico me llamó mucho la atención porque usamos la computadora y sé que no todos tienen acceso a ella. Aquí podemos aprender eso”, comentó con entusiasmo.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de participar en demostraciones prácticas como defensa personal, decoración de café, elaboración de yogur, estudio de suelos y simulación de soldadura. La interactividad fue protagonista: desde vestir maniquíes con técnicas de moda sostenible hasta la manipulación de procesos reales en la agroindustria y la electrónica automatizada.

María Celeste valoró el acceso rápido al mundo laboral que ofrece la formación técnica: “Me parece súper bien porque es una oportunidad de aprender algo nuevo y también de trabajo”.

La jornada no solo promovió la educación técnica, sino que inspiró a las familias y jóvenes a decidir un futuro con oportunidades reales y cercanas a sus comunidades.