None | Maryorie Duarte | 31.10.2025 | 11:24
En el corazón de Matagalpa, un grupo de jóvenes visionarios demostró que la tecnología puede tener alma. Desde las aulas y los sueños, nació InnovaKids, un equipo que decidió transformar la educación con un propósito claro: hacerla más inclusiva y accesible para todos los niños y niñas de Nicaragua.
Su proyecto, Peque Genios, destacó entre decenas de propuestas en el Hackathon Disruptivo 2025, logrando el tercer lugar en la categoría Avanzado, con una solución que une innovación tecnológica, sensibilidad social y pasión por la educación.
“Nos sentimos muy orgullosos,” compartió Benji Matamoros, uno de los integrantes. “Este es mi segundo Hackathon y representar a Matagalpa y a la Universidad Nacional Padre Gaspar García Laviana fue un honor. No esperaba el tercer lugar, pero lo recibimos con alegría.”
El proyecto Peque Genios nació con una visión humana: garantizar el aprendizaje inclusivo de niños y niñas con discapacidades visuales, auditivas o dentro del espectro autista, a través de una aplicación web adaptada al currículo nacional de primero a cuarto grado.

La app incluye un avatar con traducción automática a lenguaje de señas y herramientas de apoyo para distintos tipos de aprendizaje, promoviendo que cada niño aprenda a su ritmo y desde su identidad.
“Mi carrera es diferente al área en la que participé,” explica Benji. “Estuve en marketing, creando modelos de negocio, identificando socios clave, clientes, y cómo vender la aplicación. Fue un reto, pero aprendí muchísimo.”

Durante el Hackathon, los jóvenes de InnovaKids vivieron días intensos de mentorías, retos colaborativos y experiencias que pusieron a prueba su ingenio y compromiso. Para Marbel Treminio, encargada del diseño, esta experiencia fue un punto de inflexión:
“La experiencia fue muy bonita, me enfoqué en aportar desde mi carrera y en lograr un buen resultado. La temática de pensamiento disruptivo nos retó a romper patrones y crear algo verdaderamente nuevo.”
El equipo no solo diseñó una aplicación, sino una herramienta pedagógica con impacto social, inspirada en historias reales y en el deseo de construir una educación más equitativa.
“Mi sobrina es autista”, compartió Marvin Granados, otro de los creadores. “Vi que las escuelas no ofrecen aprendizaje adaptado. También pensamos en los niños misquitos que deben aprender español para estudiar. Queríamos que todos pudieran aprender sin tener que cambiar su esencia.”
El éxito de InnovaKids en el Hackathon Disruptivo 2025 representa mucho más que un premio. Es un ejemplo del talento joven nicaragüense que transforma realidades con tecnología, aportando soluciones a los desafíos de inclusión educativa.
“Si se me da la oportunidad, participaría nuevamente,” afirmó Benji. “La organización fue excelente y los retos nos hicieron crecer.”
Aunque algunos miembros se enfocan ahora en sus carreras, el legado de Peque Genios sigue vivo: una aplicación que une tecnología, empatía y propósito para construir una educación sin barreras.
- La inclusión no es un lujo, es una necesidad.
- La tecnología puede tener propósito y corazón.
- Cuando los jóvenes tienen espacio, pueden cambiar el mundo.