None | Gabriela Almanza | 06.06.2018 | 14:52
Keyla está a tan sólo 4 meses para recibir su diploma como Ingeniera Industrial
Con la voz entre cortada, ojos vidriosos y en medio de suspiros, Keyla Raquel López Escoto de 37 años, madre de 3 hijas y abuela de una niña de año y medio, recuerda las necesidades por las que pasó previo a formar parte de la familia del INATEC, en ese momento su esposo era el único que trabajaba y con esos ingresos debían cubrir el pago de la casa que recién habían adquirido.
“Un día por la tarde en medio de una fuerte crisis económica que pasábamos, una de mis hijas que tenía en ese momento 2 años, me dijo: mamita, mamita, pachita y yo le respondí: no hay lechita, entonces me replicó: a pues avenita y yo le respondí: no hay avenita; ella me sonrió y me dijo: mamita, mamita, pinolito pues”, expresa Keyla, recordando ese momento que la impulsó a buscar un empleo para que sus hijas no siguieran padeciendo.
“De esa constancia por buscar un empleo, un día me llamaron de INATEC y me dieron el puesto de conserje en el Tecnológico de Idiomas”, Keyla en ese momento tenía 26 años y el tercer año aprobado de secundaria, cuando se integró al equipo de trabajo en función de la apertura del Centro Tecnológico de Idiomas, para el año 2008.
“La buena comunicación con mis compañeras de trabajo fue fundamental, ya que ellas me motivaron para que yo retomara mis estudios, eran señoras de edad, quienes me decían que debía seguir estudiando”, nos comparte, Keyla.
En medio de estos consejos diarios, Keyla es trasladada a la Sede Central del Tecnológico Nacional, con una voz firme y alegre nos cuenta que, “aquí tuve mejores oportunidades y así fue como a dos años de haber ingresado al INATEC, me matriculé para completar mi cuarto y quinto año de bachillerato, fui la segunda mejor alumna y obtuve mi reconocimiento como Excelencia Académica en el colegio Miguel de Cervantes”.
Además, Keyla ha aprovechado los múltiples cursos técnicos que se imparten como: Windows Office e Internet, de igual manera egresó del Centro Tecnológico Manuel Olivares como Técnica General en Contabilidad, este esfuerzo por fortalecer sus conocimientos le valieron para ser promovida como Secretaria Ejecutiva en el área de Industria y Construcción.
Keyla ha aprobado los cursos como: Diplomado en Ética Pública en la Unan Managua, Elaboración y Ejecución de Presupuesto, Productividad Laboral y Mejora Continua, Herramientas para el Liderazgo, entre otros, que propicia su continuo crecimiento profesional.
En el tiempo que estudió en el Centro Tecnológico Manuel Olivares, Keyla se enteró que el INATEC promueve la superación de sus servidores públicos, teniendo un comité de becas donde pueden aplicar a una carrera universitaria, “hoy en día estoy cursando mi quinto año de Ingeniería Industrial, este es un gobierno que motiva e impulsa a la mujer para que se prepare, tengo un mejor cargo y he crecido en lo profesional y lo personal”.
¿Cómo conjugas el rol de trabajadora, estudiante y madre?
“Es difícil, debemos acostumbrarnos a todos estos roles y apasionarse en lo que hacemos, motivarnos y decirnos Yo puedo, lo voy a lograr, he relacionado mi vida laboral con lo que he aprendido, con lo profesional y las personas con las que trabajo, veo a las personas crecer, ser mejor y eso me hace a mi querer hacer lo mismo, mis hijas me han impulsado y siento que he crecido grandemente”, expresa Keyla.
Las horas de almuerzo, Keyla las utiliza para estudiar, pero como no todo en la vida es estudiar y trabajar, a Keyla también le encanta el deporte, por lo que ha participado en las Ligas Deportivas que promueve el INATEC “he participado en 3 torneos y en los tres fuimos campeonas, fue mi tiempo de relax, para desestresarme de todos mis roles, algo muy emotivo”.
Solidaridad
En medio de todas sus actividades laborales, Keyla dedica parte de su tiempo a compartir lo que ha aprendido, “siempre te ponen a un practicante de los centros para apoyarlos y orientarlos en sus prácticas pre profesionales, yo he dedicado tiempo a cada uno de los muchachos que han trabajado conmigo para compartir con ellos, de la misma forma que a mí me han apoyado”.
Sus motivaciones
Keylin su hija mayor, actualmente cursa el primer año de la universidad, mientras que su hija Hilary de 13 años, quien es la protagonista del relato de la lechita, cursa su primer año de secundaria y la mimada del hogar Kendra, a sus cortos 3 años, junto a sus hermanas, en pocos meses verán a su madre recibir su diploma como Ingeniera Industrial.